Un libro que habla de los mandatos que un niño recibe por parte de su madre y de cómo el niño ve las situaciones a las que él se enfrenta de manera cotidiana. Con un toque de humor y un poso de ternura, descubre por qué esta mamá le grita constantemente a su hijo a través de varias escenas de la vida cotidiana con un final sorprendente.
Porque también a gritos se puede decir: te quiero.
La sonrisa está garantizada con la lectura de este libro.