Tener un hermano no resulta tan divertido como Anna pensaba. El pequeño Otto no hace más que llorar, comer y ensuciarpañales. Por más que lo intentan, los aprendices de brujo no consiguen encontrar en él ni una pizca de magia. Y, sin embargo, hay alguien en Moonville que vigila muy de cerca al indefenso bebé?á¿Quién es y dónde se esconde?